miércoles, 2 de septiembre de 2015

MURIEL BARBERY

La escritora francesa Muriel Barbery, conocida por su novela La elegancia del erizo, acaba de publicar su segunda novela después de ocho años. Muriel, aparte de escritora es filosofa y su primera novela estaba impregnada de tintes filosóficos con gran acierto pues vendió miles de ejemplares.

Esta segunda novela se titula La Vida de los Elfos y está editada por Seix Barral . En ella Muriel cuenta, por una parte, la historia de Maria, aparecida tras su nacimiento en una granja perdida de Borgoña. Por otra parte, la historia de Clara, una niña que fue encontrada por un cura en un  pueblo de los Abruzos y que enviada a Roma para desarrollar el don con el que ha nacido: toca el piano con virtuosismo sin haber aprendido nunca  música. 
Barbery se ha inspirado en gran parte en los jardines de Kioto donde residió durante dos años en su marcha de Francia. "Era elfico. habia una pureza que cortejaba la perfección, algo que no era humano", según sus palabras. Si la inspiración fue en Japón, la elaboración fue en los Países Bajos. Ante los canales de Amsterdam, la autora regresó a la escritura y consiguió un relato elaborado, después de varios años buscando un motivo para regresar a la ficción. 
De una entrevista que he leído me gustaría entresacar algunas de sus afirmaciones que me parecen muy valiosas. 
Ante la pregunta de que es el mal, Muriel contesta:
"El mal son esas pulsiones de destrucción que están presentes en el ser humano, su sed de poder. Somos una especie divida entre la voluntad de poder y destrucción, y la esperanza de la belleza y del amor, de la paz.Las guerras de hoy no llegan al corazón de nuestras ciudades, pero hay muchas, y también un gran olvido de lo esencial, un consumo desenfrenado"
Sobre las relaciones humanas afirma:
"Son parte del encantamiento de la vida. Son parte de ello: respetar aquello de lo que hacemos y la capacidad de conexion con los demas seres.¿Cómo se puede de verdad amar y comunicar cuando cada uno permanece en su cueva, delante de la televisión? Durante mucho tiempo yo no era una excepción a la regla. Un día tiré mi televisión"